La lechuga es una planta de crecimiento rápido y fácil, perfecta para huertos pequeños o jardines urbanos. Sus hojas frescas y crujientes son ideales para ensaladas y se cultivan fácilmente tanto en el exterior como en macetas. Esta planta es rica en agua, fibra y vitaminas A y C, ofreciendo una opción saludable para acompañar tus comidas. La lechuga es resistente y se adapta bien a diferentes tipos de suelo, siempre que esté bien drenado.
Riego:
Requiere riego regular, pero es importante evitar el exceso de agua que podría provocar pudrición en sus raíces.
Exposición solar:
Prefiere sombra parcial, especialmente en climas cálidos, para evitar que las hojas se quemen.
Época de siembra:
Siembra en primavera u otoño, cuando las temperaturas son más frescas.
Abono:
Aplica abono orgánico o compost para mantener el suelo rico en nutrientes.
